En estos tiempos de crisis, hasta ahora nunca vistos o poco comparables según los expertos, se viene hablando mucho últimamente en España de una “reforma laboral”, a la que el señor presidente de la nación de momento se niega a llevar a cabo.
La mayoría de los políticos que expresan su opinión públicamente, mencionan en varias ocasiones el “abaratamiento del despido”, y lo asocian con lo que una reforma laboral en si significa, muchos, generalmente los no socialistas, están de acuerdo y manifiestan públicamente que debería haber una reforma, pero todos o casi todos, independientemente del partido político, niegan rotundamente que haya que abaratar el despido.
Esta razón, es según mi punto de vista, sencillamente porque el pueblo vota a los políticos, y seguramente no votará, a alguien que quiera que el coste de las empresas al despedir a un empleado sea menor, y si no los votan, los que van al paro son ellos.
Si, sabemos que muchos políticos hablan y hablan y hablan, pero poca experiencia tienen muchos en el campo empresarial, entonces hay que saber diferenciar, al escuchar las opiniones, quien quiere una mejora para el país, y quien quiere ganar votos…señores, que político no quiere ganar votos?...
Todo este vaya y venga de palabras, lo que hace, es seguir incrementando la cifra de parados en España, ya que no es que las empresas quieran aumentar el beneficio a coste de los empleados, es, nunca más real que hoy en día, que las empresas, no pueden permitirse el lujo de despedir gente, porque el coste muchas veces les llevaría directamente a la quiebra.
Para entender esto de una forma adecuada, hay que ser empresario, hay que saber, que las empresas no están interesadas en despedir gente porque nos gusta, ni porque seamos locos, sino que en determinados momentos, por desgracia, hay empleados que no son lo que uno necesita, no trabajan como deben, no ponen ni un poco de voluntad ni de interés, y por más formación que la empresa brinde, no la pone en marcha, entonces, lamentablemente, después de varias charlas y oportunidades, es necesario despedirlo.
Ahí es donde empieza el problema, en épocas como estas, el despido es un lujo para cualquier empresa, y lamentablemente, hay muchas personas, que en determinados momentos, buscan un despido obligado para beneficiarse de esto.
No hay nada mas satisfactorio para cualquier empresa, que el poder mostrar el valor de su equipo, de sus buenos empleados, y tenerlos felices por años, intentando que crezcan con la empresa, que se integren, que la quieran como si fuese suya, y poder formar parte de ella como futuros socios en muchos casos, poder confiar en las personas a las que enseñamos a desempeñar una función, personas que dieron su valioso tiempo a cambio de un dinero, y que en muchos casos, la relación de amistad creada ayudó al prospero desarrollo de la misma.
Que sería de una empresa sin un buen equipo humano?, nuestra intención es siempre la de formar gente en la que poder confiar, verles felices y crecer juntos, pero en muchos casos, las empresas nos vemos obligados a despedir gente que no es exactamente lo que mencionamos anteriormente.
Creo que los políticos, deberían dejar de ser hipócritas, deberían pensar realmente en el país, que es el pueblo, y que son también los empresarios, y mirar ejemplos de otros países, no para copiar, sino para adaptar y cambiar cosas, que es lo que debemos hacer hoy en día, ya que muchas como vemos salieron mal, y otras no funcionaron, siempre con un espíritu productivo y creador, y con respecto al empleo, reforma laboral en general, y abaratamiento del despido, si queremos que el paro disminuya, hay que brindarle seguridad a las empresas y autónomos, creadores de empleos, para que generen más empleo, y si tienen que despedir, que será seguramente justificado, no se vean entre la espada y la pared, se suelten y tomen personal sin problemas, se embarquen en nuevos emprendimientos sin miedos, y juntos saquemos el país adelante.
Por lo que a los empleados respecta, de que deben temer si hacen su trabajo como toca?, sinceramente, de nada, una empresa lo que más quiere es un buen empleado, de confianza y feliz, que aporte soluciones, trabajo, corrección y no problemas, porqué despedirlo?, por reducción obligada de plantilla?, claro, pero esa debe ser una legítima opción de la empresa y no debería llevar ningún tipo de penalizaciones, porque de la forma en que está hoy en día, si una empresa fracasa o ni tiene buenas épocas, tiene todas las de perder, y lo único que se hace es exigirles.
El abaratamiento del despido no significa la explotación de empleado, sino libertad laboral, de elección.
Estoy seguro, que muchísimas empresas no se lo pensarían mucho al dar trabajo, si no fuese por el miedo que genera un posible despido.
Los contratos se harían como tocan, si los costes de la empresa en seguridad social, despido y otros, fuesen mucho menores, y por ende, se incrementaría la creación de empleo y mejoras para el empleado, no será que el estado estará explotando a las empresas?, no habrá que buscar mejores formas de recaudar?, no estará el estado creando personas cómodas?, que no quieran ni pensar en emprender un proyecto empresarial y de crecimiento?, porque el trabajar como empleado es lo más fácil y cómodo?...
Señores políticos, saben ustedes cuantas veces un propietario de una empresa se plantea el “mejor ser empleado que empresario”?, a este ritmo, lo que conseguimos es este porcentaje de desocupación, para generar empleos, debería haber muchísimas más facilidades para las empresas a nivel legislativo en sus diferentes ámbitos, y no tantas trabas, muchísimas más ayudas a los emprendedores y pequeñas y medianas empresas, pero cosas reales señores, no palabrería.
Y los bancos?!, este es un tema aparte, pero es tan simple como que los bancos dan o no dan, controlan el mundo, deberíamos replantearnos el sistema financiero mundial o no?, yo creo que es hora.
Señores políticos, a la hora de hablar de empresas y creación de empleo, tienen muy poca experiencia, muchos estudios si, muchos libros leídos, pero poca experiencia en el campo empresarial, y cuando dialogan con los sindicatos, no se piensa en generar empleo como debería, sino en generar acuerdos beneficiosos para ambas partes, para el gobierno y para el sindicato, pero que el beneficio real de estas medidas sea para el empleado, es muy discutible, el mejor acuerdo para un empleado, no es un mayor aumento en la cantidad a percibir en un despido, sino la mayor amplitud de elección a la hora de buscar trabajo, la formación y remuneración, y con más competencia a nivel empresas, se podrían aumentar los salarios con seguridad, si hubiese muchos más emprendedores y creación de empleo, la demanda de personal aumentaría y con ello los salarios, pero si las empresas retroceden, tenemos un gran problema, tenemos señores, el problema que vivimos hoy en día, no se los tengo que contar yo.
Señores políticos, evalúen las situaciones para ayudar al crecimiento del empleo, del país, y no solo de sus votos, que pareciera que es lo único que les importa.
Javier Pierotti
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